LA ITALIA PRIMITIVA: LA SUCESIÓN DE CIVILIZACIONES EN LA ITALIA PROTOHISTÓRICA:
Aquí os presento el primer post de mi blog, que espero sea de vuestro agrado. En el Antes de ver cómo surge la república romana, dominadora del mundo conocido durante 800 siglos, comenzaré presentando de que estrato humano proviene el pueblo romano y que existía antes de su nacimiento.
Para lograr una mayor claridad hay que recurrir al esfuerzo de prehistoriadores, arqueólogos, etnólogos y lingüistas. Los datos más coherentes son los aportados por los restos arqueológicos, mediante los cuales se pueden seguir las huellas de las culturas que se desarrollaron en la Península Itálica desde el Paleolítico. Aunque el rito funerario, no es ya un rasgo determinante de una individualidad étnica, pues incineración o inhumación coinciden o se suceden en un mismo pueblo. Cada vez es mayor la resistencia frente a la antigua hipótesis de un Italia pre y protohistórica que acogería en su territorio a masivos grupos étnicos con su unidad original, insistiendo ahora más en la infiltración y dispersión o cruzamiento de aportes extranjeros que incidirán sobre diversos sustratos autóctonos.
Paleolítico y Eneolítico:
Los restos encontrados en suelo italiano hacen suponer una relación con África y al final del periodo, ya hacía el año 6.000 a.C. aproximadamente, claros contactos con Europa Central. Hacia el VI milenio se evoluciona en el Neolítico, hacía formas culturales más avanzadas, con cerámicas y piedra pulimentada. La etapa más antigua de este estadio se caracteriza por la cerámica estampillada. Ya hacia el 2500 a.C. se observa la división de la península itálica en dos zonas, separadas por la cordillera Apenínica:
a) La zona al norte de la misma contacta con Europa occidental a través de los pasos oeste y este de la cadena alpina, en los que ésta queda interrumpida y recibe influjos culturales de la cultura de Redemello o vaso campaniforme. Por el este llegan influencias danubianas y balcánicas, sólo culturales.
b) La zona al sur, la península propiamente dicha, muestra un apego a los antiguos modos culturales líticos, pertenecientes al ámbito mediterráneo de la población.
Dolmen de Sa Coveccada, Cerdeña
Edad del Bronce:
Las diferencias entre las dos zonas culturales italianas en época neolítica se ven acusadas en el comienzo de la época de los metales, reflejo de las innovaciones culturales contemporáneas: las culturas egeo-anatólicas y de Europa oriental, centro y occidental.
I.Eneolítico-Bronce Antiguo: Hacia 1800 a.C.
Los modos de vida son aún muy semejantes a los del Neolítico, con agricultura, creencias de ultratumba e inhumación. Se plasmarán en las diferenciaciones culturales más complejas desarrolladas en diferentes zonas:
a) Sur: Cultura Apenínica
Esta cultura responde a modos de vida mediterráneos, de pastores trashumantes que practican el rito de inhumación para enterrar a sus muertos, en tumbas dolménicas, y utilizan cerámica hecha a mano de color negro con decoración en zig-zag y punteado (desde el s. XIV a.C.)
b) Más al Norte: Cultura de la Polada
Las influencias son subcentroeuropeas, con la cultura de la Polada, en el lago de Garda y las terramaras, consecuencia del establecimiento de la ruta del estaño, en estrecha relación con la cultura de los palafitos suizos y los periodos IV y V del Bronce Danubiano, con cerámica característica, con el asa superpuesta al borde superior de un apéndice.
c) Cerdeña: Cultura Nurághica
Esta cultura sigue a la civilización calcolítica de Angheluruju. Su cronología puede remontarse a todo el II milenio. Debe su nombre a las construcciones en forma de tronco de cono, realizadas con enormes de piedras y cubiertas con falsa cúpula, que caracterizan la época del Bronce en Cerdeña. Las nuraghas debieron ser fortalezas y tal vez lugares de culto. La cultura nurághica tiene sepulturas de corredor y cámara como forma de enterramiento, muy semejantes a los de Malta, Sicilia y todo el Egeo. La cerámica está poco sistematizada en cuanto a formas y técnicas y hay varios estilos, apareciendo el Vaso Campaniforme en piedra y bronce, así como estatuillas que parecen poder fecharse en los siglos VIII-VII a.C. Los contactos de esta isla con el Egeo están documentados por estatuillas de mármol del Cicládico primitivo halladas en ella, ya desde el año 2000 y continuaron durante todo el II milenio.
II.Bronce Pleno: a partir de 1400 a.C.
Encontramos una clara diferenciación entre las distintas zonas:
a) Sur
- Afirmación de la cultura apenínica.
- Presencia micénica en la Península Italiana y en las islas Lípari y en Sicilia en la costa tirrena, en torno a la región de Tarento, tal vez buscando el mercado del ámbar europeo y los minerales de la isla de Elba.
- En Sicilia también, en la región de Siracusa, se desarrolla la cultura de Thapsos, yacimiento que ocupa la actual península de Magnisi. Sólo se conservan las necrópolis, formadas por tumbas excavadas en la roca. La cerámica es de color pardo o gris, con decoración incisa de líneas más bien anchas y series de puntos, de motivos generalmente geométricos, aunque también hay algunas representaciones zoomorfas.
b) Norte
Cultura de Terramaras o aldeas palafíticas, en el ámbito de la Emilia, entre los Apeninos y el Po. Alcanzará su mayor floración en el Bronce Final. Sus formas son de tradición neolítica y su cronología va desde el II milenio hasta bien entrada la Edad de Hierro (700 a.C.). La forma de hábitat esta mediatizado por el tipo de terreno pantanoso y las excavaciones han proporcionado gran cantidad de cerámica de color negro y armas de bronce, tratándose de una población de agricultores.
Edad del Hierro
Durante los inicios se pueden distinguir dos grandes áreas, según se utilice la inhumación o la incineración. La primera comprende el área meridional y las costas adriáticas. La segunda abarca el Lacio, Toscana, parte de la Umbría y toda la zona septentrional. Las culturas más importantes en la vertiente tirrénica son la villanoviana, la de tumbas de fosa y la lacial, la del Piceno y la de Golasecca.
a) Los Villanovianos
La manifestación más importante de la Edad del Hierro en Italia es la cultura villanoviana, llamada así por una aldea cercana a Bolonia. Se trata de una creación especificamente italiana y aunque tradicionalmente limitada a las regiones de Emilia y Toscana, se han encontrado hasta los alrededores de la antigua Capua. Sus inicios pueden remontarse al siglo X a.C. y se extiende por fases hasta el último cuarto del siglo VI a.C., hasta 525, con la conquista del país por los etruscos.
Características fundamentales:
· Rito funerario de incineración, en grandes urnas de cerámica negra, de forma bicónica, con una sola asa, decoradas con motivos geométricos incisos, esecialmente grecas, que solían rematar en una escudilla invertida.
· Mezcladas con tumbas de inhumación.
· Gran desarrollo de la metalurgia, por su relación con las civilizaciones transalpinas, entre ellos la de Hallstatt.
· Sus últimas fases se integran en la corriente orientalizante presente en todo el ámbito mediterráneo de la época, con la aparición de grandes tumbas con ricos ajuares funerarios y la importación e imitación de productos orientales y cerámicas corintia. En Tarquinia presenta características muy ricas: puñales de antenas y un lujo extremado en fíbulas y joyas; los osarios bicónicos tradicionales terminan a veces en cascos de cimera y tiene sus análogos en la Europa Central, precisamente en Hallstatt.
Urna cineraria de Bisenzio (h.710 a.C.)
b) Cultura de las tumbas de fosa
Se desarrolló en el litoral tirreno, al sur del Lacio, especialmente en Campania, el valle de Sarno y Calabria. Recibe este nombre a causa de sus fosas rectangulares, excavadas en el suelo y coronadas por una pirámide de pequeñas piedras, en el fondo de las cuales se tendía el esqueleto, que en Campania estaba a veces dentro de un sarcofago de madera. El mobiliario comprendía armas, fíbulas de arco o serpentiformes, vajilla en la que aparece ocasionalmente la urna bicónica y la escudilla de asa bífida o con cuernos, decorada mediante relieves entre incisiones o grafitos concéntricos. Restos de huesos de animales atestiguan los silicerias o banquetes fúnebres.
c) Cultura del Lacio
Cronológicamente esta civilización evoluciona a través de cuatro periodos que a veces se subdividen. Hay unanimidad para colocar el final hacia 600 o 575 a.C., fecha que señala el comienzo de la monarquía etrusca en Roma, pero se discuten las fechas y la duración de cada periodo. Formada sobre un fondo apenínico, absorbió elementos villanovianos y de la Cultura de las Tumbas de fosa. Se caracteriza por tumbas de pozo que contienen el osario, generalmente un ánfora o una tinaja, prefiriendo las urnas en forma de cabaña o choza, que representan la casa donde el muerto ha vivido. Se trata de cabañas de planta circular o elíptica, con puerta y a veces una abertura lateral, cubiertas con techumbre a dos aguas con vigas principal y secundarias, con los huecos del pilar principal y los pies derechos de sostén. Pero estas urnas-cabaña aparecen también entre los villanovianos de Etruria y el problema estriba en saber en que sentido se propagó dicho tipo. También son típicas de esta civilización los pequeños soportes de terracota, en forma de tronco de pirámide horadado que termina en una escotadura tubular, que suelen interpretarse con orantes.
d) Civilización del Piceno, en la costa adriática
Esta civilización se encuentra muy abierta a las influencias llegadas del otro lado del mar Adriático.
e) Cultura de Golasecca
Ocupa el valle del Po. Mantiene contactos con la Cultura de los Campos de Urnas centroeuropeos del Bronce Reciente. Más conocida por sus necrópolis que por sus poblados. Hasta su conquista por Roma, apenas experimentó una evolución en su cerámica, con copas de pie alto, tazas y vasos troncocónicos, decorados primero con incisiones formando triángulos y zig-zag y luego mediante pintura.
EL POBLAMIENTO DE LA ITALIA PRIMITIVA:
A) Los pueblos de Italia en época histórica (± comienzos I milenio):
Italia presentaba una serie de pueblos que aparecían ya asentados o aún nómadas:
a) Ligur: pueblo montañés y atrasado, se encontraba al norte de Etruria, en la costa tirrénica y en los Alpes marítimos. Era resto de una etnia anterior y dividida en distintas tribus. Testimonios lingüísticos evidencian un sustrato preindoeuropeo, sobre el que incidió un elemento indoeuropeo. Fue reducido a las regiones montañosas de los Alpes y los Apeninos por la presión de los etruscos por el sur y de los celtas por el norte.
b) Las invasiones célticas crearon la Galia Cisalpina. Al norte del valle del Po, sobre el alto Adigio y el Trentino, los retos o reticos figuraban como descendientes barbarizados de los etruscos expulsados por los galos. Posiblemente eran preindoeuropeos y fueron absorbidos muy tardíamente por los romanos.
c) La llanura padana fue colonizada por los etruscos, salvo la desembocadura del río Po, en poder de los vénetos, que ocupaban el ámbito nororiental de Italia al Adriático. Mantendrán su personalidad hasta su romanización a partir del siglo III a.C.
d) Los etruscos se extendían a lo largo del mar hasta el rio Arno, y remontando el valle superior del Tíber, hasta los Apeninos.
e) Los sardos vivían en Cerdeña. Se trata de una población no indoeuropea, de rasgos muy antiguos.
f) En Sicilia destacan dos pueblos: los sicanos, en las montañas del interior y los élimos, en la región nordoccidental.
g) El resto de Italia y Sicilia aparecen habitadas por pueblos a los que llamamos con el nombre de itálicos, teniendo en común la utilización de lenguas de tipo indoeuropeo, divididas en numerosos dialectos, pudiendo agruparlos en dos familias lingüísticas de muy distinta extensión territorial:
· Grupo latino-falisco:
- Los latinos ocupaban la llanura de Italia central, entre el rio Tíber y los montes Albanos, que se prolonga hacia el sur en las llanuras Pontinas.
- El territorio de los faliscos estaba en el tramo inferior del Tíber, a la derecha, en una curva del río a la altura de los lagos de Bracciano y Vico.
· Grupo osco-umbro:
Ocupaba una gran extensión territorial a lo largo de la cadena apenínica, por toda la península italiana, desde la Umbría hasta Lucania y el Bruttium, en la punta sur. Se trata de poblaciones montañesas, dedicadas al pastoreo de trashumancia. Los diversos dialectos que hablaban pertenecen al grupo umbro-sabelio o osco umbro, idioma indoeuropeo que conocemos por el documento de índole religioso llamado Tablas Iguvinas. En la región de Umbría, situadas entre Etruria y las tribus sabelias, tenían a aquéllos por parientes de raza. Las Tablas Iguvinas son llamadas así porque se descubrieron en el año 1444 en Gubbio, la antigua Iguvium. Eran siete y están grabadas en bronce, cinco en caracteres etruscos y dos en caracteres latinos. El texto epigráfico parece datar del siglo IV a.C. Contiene prescripciones relativas a la lustración oficial del territorio y, en particular, de la colina Fisienna. Esta lustración, que corresponde a la amburbium y los ambarvalia de Roma, comportaba una serie de procesiones y sacrificios sucesivos. La ceremonia era dirigida por el presidente o el “procurador” (arsfertur) de una comunidad religiosa de doce hermanos Attidios. Las instrucciones del ritual se dirigen al augur que debe guiar al procurador. El ritual iguvino declara expresamente que si al terminar la ceremonia se dan cuenta de que falta algún requisito, se debe comenzar de nuevo. Estas poblaciones se llaman también sabelio-samnitas y aparecen divididas en numerosos y diferentes pueblos:
- Samnitas: habitaban los Abrozzos, y posteriormente se extendieron a Campania, Lucania y Calabria.
- Alrededor del Lacio se individualizan los marsos, ecuos, volscos, hernicos y sabinos.
- Los umbros se encuentran de norte al sur se encontraban los picenos, fentanos, apulios, yapigos y mesapios.
- Finalmente, en Sicilia encontramos a los siculos, cuya lengua tiene curiosas afinidades con el latín.
Sobre este heterogéneo mapa etnolingüístico ejercerán una profunda influencia dos pueblos: los etruscos y los griegos. El principio del I milenio en Italia conoce en algunas regiones el comienzo de una decidida evolución y se asiste al nacimiento y desarrollo de la civilización que inicia la Edad del Hierro llamada convencionalmente villanoviana. Se descubrió una necrópolis de incineración con tumbas de pozo, en las que las cenizas de los difuntos estaban depositadas en urnas bicónicas de arcilla. Se extendieron por Etruria hasta el Tíber y la Umbría. Esta civilización es el aspecto que en Italia del norte y centro tomó la civilización llamada de Hallstatt o de la I Edad del Hierro contemporánea de la que en Grecia recibe el nombre de Edad Media Griega. En Bolonia puede seguirse su evolución hasta fines del siglo VI a.C. la poderosa industria villanoviense exportaba sus productos hasta Europa Central. Las lenguas que mejor conocemos son la latina, que se hablaba en el valle del Tíber; el osco y el umbro, idiomas estrechamente emparentados del sur y el norte del Lacio respectivamente, mientras que un complejo agrupamiento de pueblos llamados “umbrosabelios” ocupaba la mayor parte de la península italiana. Esta era la situación cuando se produjeron hechos claves en la posterior historia de esta región: la llegada de los componentes de la llamada “Segunda colonización griega” y el nacimiento y desarrollo de la civilización etrusca en toscana.
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